El fin de las estrellas
Debido a la fusión nuclear, las estrellas van agotando todo su combustible. La mayoría de ellas, el 99%, simplemente se apagan. Pasan a denominarse enanas blancas.
Sin embargo, las más grandes a veces pueden generar un agujero negro. Al colapsarse sobre sí mismas, la estrellas se reducen a un solo punto de radio cero y densidad infinita. Este punto, conocido como singularidad, hace, debido a su densidad, que nada pueda escapar de su fuerza gravitatoria.
Otras veces, bajo unas condiciones muy particulares, con una temperatura determinada y con el suficiente tamaño, aunque algo más pequeño que aquellas que tienen la capacidad de generar los agujeros negros, pueden explotar. Son las supernovas.