Los postres
La palabra que utilizaban los romanos para referirse al postre era “secundae mensae”. En realidad, el postre se lo debemos a ellos ya que como en sus banquetes solían servir platos salados, sacaban alimentos dulces como frutas y bizcochos para endulzar un poco.
Además de servir estos dulces entre platos salados, al terminar sus banquetes volvían a ofrecer algo dulce. Uno típico en aquellos días era el pan con levadura y miel.
Otro alimento que solía aparecer al final de cada festín era el fruto seco. Debido a que los frutos secos dan sed, los invitados bebían más vino. En otras palabras, lo que hacen muchos bares en nuestros días.