Y la escritura apareció
En el mundo existen actualmente diferentes alfabetos; árabe, escrituras del sureste asiático, hebreo clásico y las escrituras europeas contemporáneas. Ahora es algo normal y no nos damos cuenta del largo proceso que ha llevado llegar hasta aquí. El punto de partida fueron unas pequeñas tablillas de arcilla donde se empezaron a marcar unas representaciones de las raciones distribuidas o almacenadas.
Hacia el 3400-3000 a.C. las primeras ciudades del mundo se situaban en el sur de Mesopotamia. Como estas urbanizaciones estaban creciendo, necesitaban de unos registros para tener un control administrativo y económico de los productos distribuidos en raciones o almacenados. Así, se empezaron a realizar representaciones en tablillas de arcilla con un palillo o una caña afilada. Las cantidades se representaban con inscripciones circulares o en forma de media luna.
Con el tiempo, estos pictogramas se hicieron cada vez más abstractos terminando en la utilización de la caña para presionarla sobre la arcilla y obtener líneas en forma de cuña. Se conocen con el nombre de cuneus, en latín, o cuneiformes.
En la ciudad de Ugarit, en Siria, por ejemplo, se encontraron miles de tablillas con estas representaciones. Se denominó “alfabeto cuneiforme urgarítico.”
Deberían de pasar muchos siglos, sin embargo, hasta que el alfabeto fuese desarrollado por los fenicios como consecuencia de un proceso muy lento que venía de siglos atrás.