El arte en China
El arte creado durante siglos en China es fabuloso. Además, tenemos la gran ventaja de que hoy en día lo podemos seguir disfrutando gracias al amplio número de museos repartidos por todo el país.
Os mostramos tres ejemplos de diferentes disciplinas artísticas.
La aportación de china al mundo del arte es incalculable. Todos conocemos los famosos guerreros de Xian, por ejemplo, pero sus esculturas en bronce o jade son también maravillosas. No podemos olvidar, sin embargo, sus trabajos en tinta que muestran un dominio extraordinario de la técnica del pincel.
Estos son sólo tres ejemplos:
Caballo al Galope
En 1969 se descubrió en Leitai, provincia de Gansu, un caballo de bronce dorado del 200 d.C. Está considerada como una de las esculturas más importantes de toda la historia en su género. Al verlo parece que todavía respire. Es tal su realismo que hasta podemos ver un pequeño pajarillo en el casco posterior de su pierna derecha.
En la dinastía Han, 25-220 d.C., existía la creencia de que mediante los caballos el alma llegaba al paraíso.
Se desconoce el autor, pero si uno está en Lanzhou, no podemos pernernos el Museo Provincial de Gansu.
Lámpara del palacio de Changxin
En la tumba de Dou Wan, consorte del príncipe Liu Shen, hijo del emperador Han occidental Jingoli, 156-141 a.C., se encontró en 1968 una lámpara de bronce de una belleza sin igual.
Un sirviente arrodillado sostiene una lámpara en cuyo interior alberga un ingenioso diseño para disipar el humo que la mecha, situada en el platillo, desprende.
La lámpara es anónima aunque se estima que fue hecha hacia el 150 a.C.
La podemos ver en el Museo Provincial de Hebei, Shijazhuang.
Autorretrato de Ren Xiong
En el museo del Palacio Imperial de Bejin nos encontramos con el autorretrato de Ren Xiong, 1820-1857, uno de los llamados “Cuatro Rens”
Es un kakemono con un poema que muestra su descontento con la dinastía Ping (1644-1911).
Deslumbra el control y la precisión de las pinceladas en la representación del ropaje. Una vestimenta atribuida a un religioso o plebeyo.