Una cena, unas perlas y Cleopatra
Un día Cleopatra se apostó con Marco Antonio que era capaz de cenarse 10 millones de sestercios. La reina quería impresionarle y demostrar su poder.
La historia la escribió Plinio el Viejo unos 70 años después del suicidio de Cleopatra, probablemente, extraída de Lucio Munacio Planco, el cónsul romano que hizo de juez. Lucio tenía la misión de informar al Senado Romano sobre la reina y Egipto. De modo que Plinio podría haber utilizado esos escritos para redactar lo que ocurrió en la famosa cena.
Antes de la cena
Cleopatra se encontraba en Roma con su hijo Cesarión y Julio César cuando este último fue asesinado por Bruto. Así, la reina y su hijo tuvieron que regresar a Egipto.
Después de la muerte de Julio, empieza el segundo Triunvirato romano. El imperio queda en manos de tres personas; Octavio Augusto, Marco Antonio y Marco Emilio Lépido. Sin embargo, Lépido “cae” y Marco Antonio se encarga de los territorios de Oriente.
Tras un tiempo, Marco Antonio viaja a Egipto para informarse en primera persona de lo que ocurría en los territorios que tenía bajo su responsabilidad.
El banquete
Un día, la reina se apostó con Marco Antonio que sería capaz de “cenarse” diez millones de sestercios. Un obrero podía tener un salario de entre 700 y 2000 sestercios al año.
La cena empezó y tanto Marco Antonio como Lucio no tenían la impresión de que, aunque repleta de manjares, la cena costase tanto como Cleopatra había dicho. El romano ya se veía ganador, pero todavía faltaba el postre. Durante la cena, la reina lucía dos impresionantes pendientes hechos de perlas regaladas por algún rey de los territorios del Este. Cleopatra se quitó uno de los pendientes, se lo enseñó a Lucio, quien confirmó su valor, unos cinco millones de sestercios, e introdujo la perla en la copa de vinagre que acababan de servir como postre. Debido al carbonato cálcico, la perla se disolvió y la reina se pudo beber la perla. Cuando Cleopatra se disponía a hacer lo mismo con la otra perla, Lucio la detuvo declarando a la reina vencedora de la apuesta.
No mucho más tarde, Marco Antonio caería rendido a sus pies...
La pregunta: ¿Puede disolverse una perla en vinagre?
Si se introduce una perla en un vinagre frío, y dependiendo del grado de acidez, la perla puede tardar horas en disolverse. Si el líquido es hervido, el proceso de disolución se acelera, pero no es inmediato. Si la perla es machacada, podría estar disuelta en unos diez minutos. Esto nos indica que las perlas no se disuelven como las aspirinas y que la historia podría no ser cierta al cien por cien aunque seguro que algo de cierto hay. Al fin y al cabo, aún nos preguntamos cómo fueron capaces de construir las pirámides y allí siguen.
Una curiosidad
Marco Antonio y Cleopatra crearon la sociedad de los Inimitables, una sociedad compuesta por personas muy influyentes que solían celebrar fiestas y banquetes a todo lujo.